Patricio Correa

Desde hace más de una década, Patricio se dedica a la elaboración de artesanías a base de materiales renovables y reciclados. Utiliza la madera recolectada en las orillas de nuestras playas, así como de diferentes fibras de palma de coco. Con esto, desarrolla una de sus piezas emblemáticas: peces decorativos.

"Regalar artesanía es regalar amor y cultura"

"Cada pez es único, desde su concepción hasta su tallado y pintura de mano. Son elaborados a partir de madera recolectada en playas dominicanas, fibras de palma de coco y otros materiales reciclados."

La capacidad de este artesano de convertir lo simple en algo extraordinario, y al mismo tiempo comprometerse con el cuidado del medio ambiente, lo transforma en un verdadero artista vivo bajo los pilares de pasión, entrega y visión.

"Reciclar es amar, es promover la cultura del cuidado al medioambiente"

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ENTREVISTA

¿A partir de cuándo inicia su proyección a gran escala como artesano?

Uno de los primeros trabajos importante viene de un pedido del Hotel Jaragua para decorar la pared exterior de una de sus áreas. La forma en que instalé las piezas causó impacto e interés entre todos aquellos que miraban esa instalación. Fue la primera de cuatro instalaciones que realicé en este hotel bajo la dirección de su gerente general, el señor Matt, quien desde la primera vez que vio mi trabajo me brindó todo su apoyo. Desde entonces y hasta ahora ha sido uno de mis clientes que más respaldo me ha dado. La diseñadora de interiores, empresaria y amiga Tamika Reyes, de GREEN MAN, y su gran amiga Eveling Paiewonsky me descubrieron hace ya cuatro años en una feria de Ágora Mall, y desde entonces me ayudaron con exposiciones y promocionando y vendiendo mi trabajo entre sus relacionados, hasta llegar a un nivel donde, increíblemente, las personas han comenzado a buscar mis piezas y a seguir mi trabajo de una manera sorprendente e inusual. Me llena de asombro y aumenta mi compromiso con la excelencia y la calidad en cada una de las piezas de madera que convierto en peces artesanales.

¿Y cuál es la chispa que hace surgir esa idea creativa tan ligada a la sostenibilidad?

Surge porque siempre he sido emprendedor y creativo, crear cosas me apasiona. La elaboración de estos peces inicia a partir del interés y la necesidad de conseguir materiales de fácil acceso para contribuir con las 3R, reducir, reciclar y reutilizar. Me di cuenta de que existían puertas y paneles que eran descartados en la basura y que me ayudarían a cumplir mi propósito y, al mismo tiempo, ayudaba al medio ambiente, dando así un ejemplo a las nuevas generaciones de que con muy poco se puede crear mucho.

La motivación aparece por querer aportar a nuestra artesanía, elevando el nivel artesanal a un nivel más sostenible en el tiempo.

¿De qué forma su emprendimiento contribuye con el fortalecimiento de la economía naranja en el país?

Lo hago apoyando a familias que puedan evolucionar y sostenerse económicamente como artesanos, porque me ayudan en el proceso de la recolección de materiales y la creación de las piezas, y aspiro a que su descendencia sienta que pueden continuar el legado de sus padres y así mitigar el círculo de la pobreza que muchas veces encontramos en nuestros campos y en muchos artesanos de la loma.

Reciclar es amar, reciclar es promover la cultura del amor al medio ambiente. Es en nuestros niños en los que podemos anidar estas ideas para que puedan tener un futuro mejor y más sostenible en el tiempo. Si no reciclamos, nuestro mundo no podrá subsistir por muchos años más.

En este tiempo, ¿cómo ha experimentado la evolución del sector artesanal?

La industria creativa dominicana ha sido una industria que a través de las pymes se ha ido extendiendo por toda la geografía nacional. Los dominicanos somos bastante creativos. Hemos ido innovando y creando a partir de la puesta a disposición de nuevas tecnologías. Y no solamente me refiero a la creación de cosas físicas, de productos tangibles, sino que hemos evolucionado en la manera de vender esos productos.

¿Cuáles son los retos que encuentra para que el sector siga evolucionando?

Los retos siempre van a estar por delante y las recompensas cada vez que uno logra vencer un reto no es solamente económica, sino también emocional. Los retos en mi caso siempre estarán en tratar de hacer con las manos cosas para un mercado cada vez más demandante y más grande. De hecho, uno de mis problemas más grandes que no logro llegar a un punto de equilibrio para despachar y distribuir mercancía hecha a mano. Otro reto es que no hay cultura en RD de aprender o enseñar cosas manuales en las escuelas: los jóvenes salen con visión de hacer una carrera, pero no con proyecciones de que pueden ser profesionales construyendo cosas manuales. Como empresa creativa siempre está el reto de tratar de tener maquinaria, herramientas y personal para ir creando, al igual que vivir reinventándose constantemente, no crear líneas estáticas, no quedarnos con un producto sin crear la evolución del mismo producto. Siempre habrá una temporada nueva de algo y es ahí donde debemos reinventar y evolucionar con el producto y lograr empatía con el público

¿Qué consejos tendría para aquellos que se inician a emprender en alguna de las ramas de la creatividad?

Es una pregunta muy interesante. Para emprender hay que ser creativo, nadie puede emprender de una manera que otro lo hizo o lo está haciendo, porque lo que vas a lograr es afectar un mercado que posiblemente esté saturado. Crear dentro un mercado o dentro de un renglón unas expectativas creativas que inviten a las personas a mirar en una dirección determinada es una de las cosas más difíciles que hay en esta industria. También para eso existen los estudios, vídeos y plataformas digitales, que les permiten a los nuevos emprendedores buscar información sobre lo que están emprendiendo, con el objetivo de consolidar sus proyectos en una línea de desarrollo continua y sostenida.

Cuando buscamos una manera creativa de emprender, debemos darle un giro personal a cualquier emprendimiento: en mi caso, yo hago peces. Los comencé a hacer de forma creativa teniendo claro que todos mis peces debían ser piezas únicas, donde les agregó cosas recicladas (sogas de plátano, ojos con tornillo, pala de cola, etc.), les doy un toque caribeño, natural. Eso va haciendo que mi trabajo tenga esa experiencia creativa que llama la atención. Para ser emprendedor creativo hay que ser muy observador, porque dentro de cada renglón o de cada proyecto siempre hay una manera de llevarlo a un siguiente nivel, no es inventarte nada porque ya todo está inventado, es buscar la manera de reinventar algo que ya está funcionado y llevarlo a otro nivel, ya sea con expectativas de precio, materiales nuevos, materiales creativos. Por eso hay que estar bien informado en todo momento y hay que contar con plataformas de apoyo a la economía naranja como la del Banco Popular, que nos ayudan a exponer al público nuestras creaciones.

¿En qué momento piensa que su marca se consolidó y cuál serían las nuevas evoluciones que nos tiene preparadas?

Durante la pandemia, aunque hubo una recesión en muchos aspectos de la vida nacional, yo me encontré con que las personas buscaron refugio en sus casas y querían hacer de su ambiente un ambiente más acogedor, donde se pudiera vivir más a gusto, y optaron por la decoración de sus interiores y en ese momento comenzaron a ordenar mi trabajo. Como son peces únicos, los clientes vieron en cada pez algo singular que los atraía, comenzaron a coleccionarlos, y eso hizo que mis ventas subieran a unos niveles que yo no había experimentado.

Los planes futuros de Patricio Correa aspiran a convertir la marca en marca país, que sea una embajadora de mi cultura dominicana y mis raíces caribeñas. Me veo inspirando a muchos a crear y a reciclar con calidad y con arte. Me veo en paz en mi ambiente ideal, creando cosas y diseñando piezas que logren el asombro y admiración de aquellos que las miren. Me veo percibiendo esa sensación de apego y orgullo en aquellos que adquieren una de mis piezas para que, cuando no esté en este plano terrenal, me recuerden como el alquimista que logró convertir desechos y basura en obras de arte.